Independiente arrancó ganando desde muy temprano los 16avos de la Copa Argentina y, cuando tenía todo los recursos para resolver la fase, se durmió y lo terminó perdiendo por claros errores futbolísticos. No supo mantener la ventaja y tampoco encontró los caminos para tratar de darlo vuelta. Así, no.

La imagen que plasmó el equipo de Holan hace una semana, y contra el mismo rival, en la Copa Sudamericana, dejó la sensación que el encuentro por la Copa Argentina podía tener el mismo final. Más cuando Atlético Tucumán presentaba un mix considerable en el Malvinas Argentinas. Pero nada de eso ocurrió. Independiente tuvo todas las armas para sacar adelante este partido sin sobresaltos y se complicó solo el partido hasta la eliminación.

El 1-0 pareció relajar a Independiente y, salvo el remate en el travesaño de Nery Domínguez, no se vieron acciones para ampliar y sentenciar la historia y eso permitió que Atlético Tucumán se pueda meter en partido, para nunca volver a salir. Y fue justamente el propio "rojo" el que abrió esa luz de esperanza en el equipo de Zielinski: se desordenó demasiado en el ataque y, naturalmente, en el retroceso, cuando el "decano" contragolpeaba. Muy pasivo en las marcas, dejando que esa "Actitud e Intensidad" que tanto deambula en el ambiente, se esfume en un partido tan importane como éste.

Y ese desorden se vio claro en los dos goles del Atlético. Jonás Gutiérrez estaba en el lateral derecho y su banda quedó liberada para gestar la jugada. En el segundo tanto (de un lateral, detalle no menor) Nery Domínguez -de pésimo partido- pierde la marca y deja a Aliendro vía libre para pasar al frente en el marcador. Y esa pasividad se vio reflejada en el ataque. Independiente nunca fue claro a la hora de lastimar a su rival y tampoco surtieron el efecto buscado los cambios para revertir la situación.

Ahora, los cañones deberán apuntar a la Copa Sudamericana y con la munición más gruesa. No se puede escapar la única ventana para entrar a la Copa Libertadores 2018 y cortar 7 años de sequía en títulos. Hay materia, pero debe funcionar con la misma intensidad en todos los partidos. A no dormirse, Independiente. Esto recién empieza.