Fue un partido dinámico, intenso, entretenido, sin pausa ni baches sobre todo el primer tiempo. Los dos se prestaron para eso.
Gran primer tiempo de Independiente, concentrado, comprometido y logrando muchos espacios a pesar de la férrea y constante presión en la mitad de Racing. Se volvió a ver, únicamente en los primeros 45, a ese equipo fervoroso que pasa por encima todo lo que se le cruza.
Todos comprometidos en la marca y la presión y, por momentos, muchas camisetas rojas poblaban la mitad de la cancha cuando pasaban la mitad.
Sentida presencia de Domingo en la mitad de la cancha, cortando, recuperando y cediendo bien a los compañeros. Movilidad y perspicacia de Fernández, tanto en la jugada del penal como en el segundo gol. Exquisitas participaciones de Meza, el estandarte del ataque y el jugador más claro y esencial de este equipo. Firme la marca de Amorebieta, aunque no tan así su compañero de zaga, Franco, y también de Bustos.
Por momentos parecía que Racing encontraba espacios por momentos y empataba/descontaba el score, pero también del otro lado se sintió nuevamente aquel equipo de la Sudamericana que te pisaba, la misma adrenalina. Llegó poco, pero fue peligroso Independiente.
En la segunda mitad todo se desbalanceó. Independiente le dio a Racing la pelota y decidió no ser tan participativo, como si decidiese descansar un poco y ver qué pasa. No tuvo chances en el segundo tiempo, no por lo menos numerosas o de claridad. Un segundo tiempo un poco más amarrete y no tan característico.
Franco se fue lesionado e ingresó, luego de 1 año y medio, Figal al campo, quien perdió increíblemente la marca de López en el empate. No aparecieron los creativos ni tampoco hubo muchas luces desde abajo para salir jugando ante una presión incesante de los vecinos. Pudo haber sido para cualquiera, en cualquier tramo del partido.
Silva erró el primero, remate anunciado y débil que contuvo Musso. Meza, Albertengo y Domingo convirtieron los suyos.
Campaña le atajó el primero a Donatti y mantuvo el empate momentáneo pero no pudo con el de González. Martínez y Triverio tiraron los suyos por arriba del travesaño.
Con suplentes, con los pibes, por lo puntos, en el verano... ah, y por penales, también.
