Cría cuervos

Independiente cayó ante San Lorenzo por la mínima y acumuló su tercer partido sin conseguir triunfos y un mar de preguntas con pocas respuestas de cara a un mes cargado de compromisos importantes ¿Se podrá revertir, en tan poco tiempo, la imagen de este equipo?

Cara y cruz. El equipo de ayer es la faceta contraria a la del equipo de buen juego, con compromiso, actitud e intensidad que se vio hace pocos meses. En este 2018, las veces que se vio al Independiente demoledor y que se agrandaba en las difíciles son a cuenta gotas. En destellos. Y con compromisos importantísimos en este mes que pueden determinar el futuro futbolístico del equipo en lo que queda del año.

En el juego, se vio un equipo falto de ideas a la hora de definir las situaciones de gol que tuvo. Pero no solamente en los últimos metros, el ingenio estuvo ausente en la mayoría de los ataques. Si bien la posesión del baló fue superior a la del rival, nunca hubo un futbolista que cambie el ritmo y rompa líneas para asociarse con los atacantes. Y ahí se sintió la falta de Maximiliano Meza, un punto que debe resolver el DT en los próximos encuentros.

San Lorenzo se llevó bastante con pocas situaciones de peligro y, una vez que hizo el gol, se dedicó a resguardar su ventaja entregándole la iniciativa al local que no supo desenmarañar sus propios problemas con la pelota y en la pelota parada, un punto bastante alarmante: 29 centros fueron enviados al área de San Lorenzo y ninguno con una chance real de peligro.

Independiente debe mejorar sustancialmente su imagen de cara estos meses de definición, para clasificar a la Copa Libertadores 2019 y seguir en carrera de la que está disputando actualmente. Los refuerzos deberán acelerar sus procesos de adaptación y los que ya están asentados, levantar su nivel. El tiempo corre y las chances se diluyen. Es ahora, rojo.

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