En un partido donde el conjunto de Ariel Halan era superior a su rival en todos los aspectos, una jugada desafortunada culminó en un penal en contra y la expulsión de Figal para cambiar el rumbo del trámite definitivamente.

Era un partido bien jugado por Independiente, desde lo estratégico hasta en relación a los nombres. El equipo había abierto el arco rival a pesar de la tesitura amarreta que había venido a plantear el equipo de La Plata.

Y luego de que Silvio Trucco reevaluara su amarilla y finalmente decidiera echar a Figal, el partido se embichó. Independiente perdió desde lo posicional pero fundamentalmente de lo anímico. El empate tripero no afecto tanto al equipo como la expulsión en sí. El ingreso de Gastón Silva por Brian Romero acomodó un poco lo defensivo, sin embargo, el encuentro pasó a centrarse en las discusiones con un árbitro que para el final de la primera etapa había pedido totalmente las riendas del partido.

Para el segundo tiempo, Independiente salió sin más variantes a intentar jugar y ganar el partido. Pero se encontró con un Gimnasia un poco más adelantado. Sin generar situaciones claras, no quedaba otra que sacrificar uno de los dos cincos y buscar la conexión arriba que era nula.

Así empezó a encontrar algo más de asociación, con un Verón que ingresó para atacar por la banda y dejar que Meza flote atrás del nueve. El futbol empezó a surgir de los pies del 7 y el 8 y así se llegó al empate. Punzante el Rojo llegó al fondo por la derecha y empujó abajo del arco Giliotti que había ingresado hacía minutos.

Fiesta en Avellaneda y solo restaba enfriar el partido hasta que se cumplan los 90.  Decisiones extrañas empezaron a verse, presiones altas individuales sin sentido que enloquecían al entrenador. Y finalmente, sin pelota, Independiente aguantaba ante un rival con muy pocos recursos.

“Fue una jugada extraña donde había algunos jugadores adelantados” dijo el entrenador sobre la última, la que le dio el empate al Lobo.  Lo que era una victoria justa y determinante, culminó en dos puntos perdidos que lo obliga a Holan a especular con formaciones y resultados de cara al sprint final.