Independiente venció por 2-0 a domicilio a Argentinos Juniors, y logró así escalar un par de posiciones en la tabla de la Superliga argentina.

El partido tempranero de domingo no fue muy vistoso ni muy rico en oportunidades. El Rojo tuvo en mayoría la posesión de la pelota pero nunca pudo estar fino en la definición. Salvo al minuto 16 cuando, de un lateral derecho, Romero aprovechó una floja marca del local, cedió para Gigliotti quien, de media vuelta y zurda, la clavó al palo izquierdo de Cháves.

Luego del apertura del marcador, el Rey no inquietó en demasía la portería del bicho, sino que bajó una revolución. Tampoco sufrió el juego de Argentinos sin sorpresas ni cambios de ritmo. A partir de allí, y bajo el fuerte sol, el partido se estancó.

El segundo tiempo del equipo fue muy pobre. Padeció el ingreso de Batallani y el fondo fue inquietado con más regularidad. Sumado a ésto, el equipo en sí bajó su rendimiento con la pelota, estuvo inconexo y no generó ni fútbol ni chances como para liquidarlo.

Independiente encontró tranquilidad cuando apareció, nuevamente, el gran goleador del torneo: Meza inició el contraataque en campo propio con un pase al hueco donde lo esperaba Braian Romero por la izquierda. Éste entró al área y asistió al Puma, que solamente tuvo que empujarla para marcar su gol Nº 11.

Naturalmente el que pica es el Bicho, pero no, hoy estuvo el Puma picador para llevarse los 3 puntos a Avellaneda.