NO SILVA

Fue realmente muy pobre la actuación de Independiente en la noche del Sur. El equipo de Ariel Holan perdió la gran chance de descontarle dos puntos al puntero, que había empatado como local.

El Rojo se halló, durante los primeros 45 minutos, como víctima de la presión de Lanús, que estuvo intenso y agazapado esperando el error constantemente. Padeció la ausencia del mediocampo, con Domingo muy solitario en la marca y en las embestidas, pocas, del local. Hernández y Gaibor nunca pesaron ni lograron ser el pase claro en profundidad ni tampoco pudieron romper líneas.

La clave fue la mitad, donde el Grana achicó y ganó la pelota siempre. Al equipo se lo vio mucho más cómodo esperando al rival en su campo, aunque ésto ocurrió en pocos lapsos. La defensa mostró muchas dudas, estuvo muchas veces mal parado ante el rival y tuvo errores inhabituales, como el mismísimo gol en los últimos minutos del partido por parte de Gastón Silva, principalmente.

Tampoco hubo mucha participación de la delantera. Nula colaboración de los Romero por los costados, sea ya para defender como para cambiar de ritmo, picar al vacío o buscar a Gigliotti, quien sufrió más que nadie la falta de creación y la poca asistencia de sus compañeros. Se sintió durante los 90 minutos la ausencias determinante de un Maxi Meza sancionado, ese que desequilibra, rompe las líneas y, muchas veces, el cerebro del equipo.

Holan se mostró descontento y preocupado todo el partido. De modo que introdujo a los 3 cambios en una sola oportunidad, a los 17 del segundo tiempo. Benítez, F. Silva y Cerutti ingresaron por Hernández, S. Romero y Gaibor. Lo único que cambió, fue la forma en la que se paró el equipo, pero esto nunca logró que se imponga con claridad al rival, no generó chances claras por sí mismo ni cambió futbolísticamente el ritmo.

A los 34 del segundo tiempo se produjo el único cambio en el marcador. Lodico culminó una jugada que ya venía malparida de antemano para el Rojo. Tras no rechazar la pelota en varias oportunidades y luego un sombrero de Campaña a un rival, cedió para su compatriota Silva y éste, de manera insólita, perdió el balón en el vértice izquierdo del área y allí inicio de la jugada del gol de Lanús.

Más que preocupante la presentación de Independiente, que, otra vez, falló cuando dependió de sí mismo.
Mostró muy poco luego de dos semanas de preparación para el partido. Era la gran oportunidad para descontar a 5 la diferencia con el puntero, a quien debe enfrentar el año que viene. Le quedan los últimos dos partidos del año, ambos muy difíciles, para terminar en principio en la zona de Libertadores. A partir de mañana deberá corregir mucho para recibir a Boca el domingo 2, gran compromiso para cambiar la cara ante su gente.

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