Envalentonado, tras la obtención de la copa en Japón, Ariel Holan explicaba que Independiente, además de ser Rey de Copas, es Rey de las Hazañas. Y es cierto, tiene muchas heroicas el Rojo. Y quizás ese gen, esa impronta y esa historia terminen evidenciando que todo lo que hizo el equipo que enfrentó a San Lorenzo en el Bidegain es ajeno a lo que se puede esperar de un equipo que dice intentar respetar la identidad.

En un contexto donde el campeonato tiene poquitos puntos en juego y cuando la zona de clasificación a copas, objetivo único de Independiente en esta Superliga, ya no es exclusiva de unos pocos, los empates valen cuando la superación es estrictamente futbolística y no simplemente numérica en el campo.

Porque lo que se vio en el primer tiempo no tuvo que ver con una búsqueda de una ventaja si no con una batalla estratégica, donde lo único que se disputaba era la ocupación del campo. Solo el enredado Benítez se acordó que había un arco y, como todas las decisiones que tomó esta tarde, equivocó el momento y disparó al cuerpo de Torrico.

Podría haber sido peor la primera parte, si no fuese porque Martín Campaña está dentro de los 5 mejores arqueros del mundo.

Es cierto que, cambio más cambio menos, para la segunda etapa lo que más se necesitaba era precisión y rebeldía. Sin embargo, la historia tuvo un giro dramático cuando la roja de Abal expulso a la identidad.

Millones de causas pueden desvirtuar un partido, todas validas si se quiere. El problema es no buscar, no intentar, especular, ser mezquino en un partido que no lo amerita.

Y tuvo suerte Independiente, porque San Lorenzo tenía poquito y nada. Solo un tipo más.

La propuesta de Independiente, de este Independiente de Ariel Holan, no es esta. Sería mal intencionado afirmarlo, de hecho, hay poquitos partidos que no haya merecido ganar.

Sin embargo, hay algo que el mismo entrenador declaró como aspecto a mejorar: el proceso de toma de decisiones. Hoy su decisión de rescindir ataque para no abandonar la rígida línea de 4 le envió a los jugadores un mensaje contradictorio.