LA MISMA FORMA DE GANAR

Independiente le agregó actitud al jugo y cambió incertidumbre por aplausos en las tribunas.

Para que se pueda entender lo que sucedió con Independiente, en el Libertadores de América ante Colón de Santa Fe, hay que alejarse lo máximo posible del resultado y por sobre todo de los nombres. Y quizás, para empezar a despuntar la idea de Beccacece, tendremos que poner más el ojo en el rival, en lo que hace y en lo que no.

“En los tres partidos de local siempre funcionamos, siempre tuvimos una manera… En el plan que uno imagina, elige los mejores jugadores para ese momento” es el argumento del entrenador. Sostiene que la idea es la misma, las formas fueron las mismas. Y rápidamente viene la imagen mentirosa de esa formación 4-4-2 que presenta prensa oficial un rato antes del partido. Lejos de ser ese el formato, lejos de haber un falsamente vaticinado cambio, Independiente volvió a ofrecer aquellas viejas “familias” de formaciones que nos presentaba Ariel Holan. Todo el árbol genealógico del 4 -3-3.

Esta vez fue 4 -1- 4- 1 para atacar y para retroceder.  Nombre más nombre menos, el modo es el de las triangulaciones por los costados, el del desnivel individual luego del cambio de frente o pase largo. Pero lo que refresca el semblante del equipo y cambia silbidos por aplausos, siempre, como cuando Holan, es la presión alta, es la intensidad, es la actitud.

De eso tuvo mucho Independiente en esta victoria, y fue eso también lo que se necesitaba ante este tipo de rival. Un Colón de volantes poco voluntariosos para marcar, sin delanteros comprometidos con la recuperación. Independiente ante Colón, pudo ser.

Pudo desplegar el pase corto, pudo progresar en el campo en bloque, pudo protagonizar la tenencia, pudo presionar alto en la segunda parte y, lo fundamental, crear situaciones. También fue impreciso en el último pase, poco eficaz y arriesgado en las salidas. También tuvo, esa suerte que siempre se necesita. Suerte que le dejó abrir un marcador que verdaderamente justificó en el segundo tiempo.

Y es importantísima esta victoria, por sobre todo desde lo anímico. Para que el equipo pueda creer en las formas del entrenador, para que se gane en confianza desde lo individual y para encarar motivados el partido por Copa Argentina.

En cuanto a la inclaudicable tarea de alejarse del resultado, es inevitable preguntar si es esta la forma que más le sirve a un equipo como Independiente para afrontar la competencia local, competencia que transita hace varios años con la misma línea futbolística.

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