CON LA CABEZA LLENA DE NÚMEROS

los millones de deuda y los jugadores que vendería para saldar el rojo

Independiente tiene la cabeza llena de números. El Rojo disputa esta noche frente a Banfield su partido por la 16ª fecha de la Superliga (21.10 TNT Sports), aunque no concluye su actividad del año. El próximo viernes recibirá a Newell's en un encuentro perteneciente a la 2ª jornada, y recién se pondrá al día el 19 de enero, cuando sin moverse del Libertadores de América juegue frente a River. Con tanto encuentro pendiente, sus hinchas hacen cálculos, y más allá del palidísimo 0-0 del domingo pasado en Mar del Plata, estiman que el equipo podría afrontar la recta final del torneo en condiciones de pelear en las posiciones de vanguardia.

Sin embargo, no son esos los números que gobiernan la actualidad del club, sino los que se manejan en la tesorería. Después de algunos años de cierta tranquilidad ha vuelto la zozobra financiera.

El último balance, aprobado el 27 de septiembre solo por los representantes del oficialismo, indicó un aumento de 518 millones de pesos de pasivo respecto a 2018, alcanzando la cifra exacta de 1.155.382.428 pesos; los reclamos por deudas se han acumulado en los últimos meses y pese a que la dirigencia llama a la calma, la preocupación recorre los pasillos.

Hasta ahora, la gestión de los Moyano, que comenzó en julio de 2014, había sido modesta en logros futbolísticos (copas Sudamericana 2017 y Suruga Bank 2018) pero prolífica en obras y fructífera en lo económico. Tal es así que el año pasado se anunció la cancelación de la segunda convocatoria de acreedores presentada por el club. Sin embargo, apenas unos meses más tarde, las señales de alarma han vuelto a encenderse.

La semana pasada, en la previa al partido ante Aldosivi, corrió el rumor de que el plantel tomaría alguna medida como protesta ante la falta de pago de los últimos dos meses. La desmentida llegó de inmediato y nada sucedió, pero el hecho es un llamado de atención.

El desbarajuste financiero comenzó exactamente hace dos años, luego de ganar la Sudamericana. Independiente sintió que había recuperado su lugar entre los grandes del continente y comenzó a gastar a cuenta.

Diez millones de dólares en la temporada 2018/19 y quince en la actual salieron de las arcas del club para reforzar el plantel. El cartel de "jugador más caro de la historia" fue pasando de mano en mano entre Fernando Gaibor, Silvio Romero y Cecilio Domínguez. Primero Ariel Holan y luego Sebastián Beccacece pidieron esfuerzos especiales por futbolistas como Francisco Silva, Pablo Hernández, Lucas Romero o Alexander Barboza. Y aunque es cierto que al mismo tiempo se concretó alguna venta como la de Maximiliano Meza que equilibró la balanza, la bomba de tiempo estaba en otra parte.

Todos los recién llegados, extranjeros o nacionales, firmaron su vinculación en dólares, y esto incluye a aquellos cuyos pases no fueron tan caros, como Pablo Pérez o Fernando Amorebieta (uno más en la lista de acreedores). Con el paso del tiempo, las sucesivas devaluaciones del peso y los flacos resultados fueron generando el déficit.

La apuesta de los dirigentes era recuperar las inversiones gracias a la participación en la Copa Libertadores, pero Independiente no jugó la de 2019 ni lo hará en 2020, y para colmo, este año solo alcanzó los cuartos de final en la Sudamericana.

El saldo negativo puede leerse en el balance y se refleja en los actos. Pablo Moyano y el secretario general Héctor Maldonado están en México. Por un lado, para negociar las deudas con el América (pases de Silvio Romero y Cecilio Domínguez) y Pumas (Gastón Silva), pero también para tratar de concretar ventas que alivien la situación. La de Martín Campaña al Cruz Azul por cuatro millones de dólares parece la más firme. Alan Franco, Nicolás Figal, Martín Benítez y el mismo Domínguez son los otros candidatos a marcharse.

Fernando Berón será confirmado como técnico para 2020, con una cláusula de revisión a mitad de año. Más que sus virtudes como entrenador se valora que conoce a fondo a los chicos de las inferiores y que no pedirá grandes compras. El reconocido economista Martín Redrado podría sumarse como asesor a partir de enero. Y la idea de montar una secretaría técnica pasó a segunda plano ante la evidencia de que, en principio, solo generaría nuevos gastos.

Así saldrá hoy a la cancha Independiente. Con los hinchas pensando en sumar de a tres para prenderse arriba y los directivos haciendo otro tipo de cuentas. Todos, inevitablemente, con la cabeza llena de números.

Por: Rodolfo Chisleanschi - LA NACION

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