Como si las escandalosas salidas de Daniel Montenegro y Federico Insua, allá durante los inicios de la Era Moyano, hubiesen marcado el pulso de cómo esta dirigencia se comportaría con una de las camisetas más emblemáticas de la historia del futbol argentino; luego de casi 6 años de mandato, la 10 del Rojo es uno de los dorsales con menos minutos en cancha.

Atendiendo a las responsabilidades que le cabe a cada parte, es la de la Comisión Directiva la que el socio debe atender en primera medida. Y en esa tónica, no ha sabido Hugo Moyano, ni ningún integrante de su comisión en estas dos gestiones, sostener y pregonar el estándar que debe cumplir aquel que use la camiseta clave en la historia del país.

Porque ha sido ofrecida y llevada a domicilio como quien ofrece salamines en una canasta en la calle, porque ha sido entregada sin exigir liderazgo futbolístico en cancha, porque se ha desconocido la responsabilidad en la elección para delegarla en agentes externos.

Y en vista del oasis Holan de 6 meses, el fútbol del equipo no ha sabido encontrar, porque no ha podido recurrir, a ningún líder, a ningún 10, que se cargue el equipo al hombre como muchas veces en la historia.

Entre enero de 2015 y la actualidad han pasado 4 jugadores con esa casaca y ninguno ha podido superar el 40% de presencias según su tiempo en el club.

El primero, en 2015, fue Cristian “Cebolla” Rodríguez:

• Del total de 5040 minutos de juego que abarcaron su contrato, solo estuvo presente en 2058. Poco más del 40%.

En 2017 fue el turno de Walter Erviti:

• De los 3510, jugó 1134. Menos del 35%.

Luego la 10 fue entregada a Fernando Gaibor:

• Entre 2018 y 2019 fueron 5400 minutos de juego y solo participó de 2306, poquito más del 40%.

El último fue Martín Benítez que tuvo su oportunidad por 6 meses de 2019.

• Entre Superliga y Copa Sudamericana jugó 760 minutos de los 1980 totales. No alcanzó tampoco el 40%.

No cabe rasgarse las vestiduras sobre identidad y pertenencia cuando el legado histórico de la camiseta que vistió Ricardo Bochini y el reconocido paladar negro fueron tirados debajo de un camión.