EL ROBO DEL SIGLO

Otra vez Independiente fue escandalosamente perjudicado y perdió gracias al penal que Vigliano le regaló a Racing

Independiente disputó un pálido clásico en el Cilindro, con muy pocas llegadas claras a favor y un final de película de terror.

El equipo, dirigido en ésta ocasión por Omar Piccoli, aguantó la venida de Racing en el segundo tiempo y no pateó en la segunda mitad.

El empate final se afirmaba minuto a minuto, hasta que ocurrió lo inimaginable: el desastroso árbitro Mauro Vigliano inventó un penal para el vecino en el minuto 94:

 

Además del vergonzoso penal del final, Vigliano no expulsó por doble amarilla a Nery Domínguez tras una dura falta a Velasco; no paró la jugada al ver a Arregui lesionado en la mitad de la cancha en la jugada del penal y ni siquiera amonestó (con VAR jugada de roja) al defensor de Racing que dejó inconsciente y con cuello ortopédico a González.

Bochornosa mano en el bolsillo al Rojo que se explica sola, secuencia reiterativa que impera en los últimos años desde el arbitraje argentino sin impunidad, que atraviesa sus peores momentos desde que está Federico Beligoy a la cabeza.

Todo esto es consecuencia absoluta de la falta de gestión deportiva en un club que está a la deriva hace rato y a quien todos lo perjudican fin de semana a fin de semana. Independiente se sigue dejando manosear y no hace nada al respecto. Como mínimo, hasta diciembre, esto seguirá siendo moneda corriente.

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