Cuatro al hilo: SOLIDEZ

Si hay una palabra que describa al nuevo momento que está pasando Independiente es solidez.

El equipo está atravesando por un momento de confianza alto, de mucha entrega y compromiso colectivo. Hay un nuevo orden establecido que ayuda a que todos tengan su lugar e importancia. Si bien van solo cuatro partidos desde que esto se vislumbra, todos terminaron con victoria. Y además, algo que no es menor, es que fueron partidos que en otras épocas terminaban en empate e inclusive derrotas.

En éste corto lapso post derrota en el Bosque ha brillado Leandro Fernández, que en realidad ya venía siendo el mejor del semestre y año, decisivo en todas las jugadas y cada vez mas incidente y necesario en el ataque. Dejó de depender de los goles de Benegas, de gran desgaste pero que viene convirtiendo poco, y pasó a depender del toque de Fernández y la entrega inalcanzable de Batallini, otro punto alto en crecida.

El nuevo motor de este equipo es Iván Marcone, de excelsas actuaciones en la mitad, aportando siempre claridad en el primer pase y soluciona los problemas, intentando jugar siempre para adelante. Su gran presencia hace que Lucas Romero no sufra tanto la marca ni aparezcan viejos huecos que nunca se cubrían, y éste último tiene mas libertad de juego, como el gol de hoy por ejemplo. El doble 5 funciona bien y eso es una gran noticia.

La zaga central está cada vez más firme y dejó de perder por arria en los mano a mano. Tanto Barreto como Insaurralde ganan casi todos los duelos y aportan tranquilidad, además de no comprometerse de más en la salida. La valla está bien cubierta: Milton Álvarez está en un gran momento y se ganó y defiende minuto a minuto su titularidad con correctas intervenciones y algunas atajadas destacadas.

La columna vertebral está solida y el equipo funciona ordenado y más seguro, nunca queda la sensación de debilidad ni ha quedado mal parado. Si bien los rivales son de un tenor menor y de un flojo presente, Independiente no era menos y son partidos que, en otros tiempos, no sumaba de a tres.

Ganar es terapéutico. Y si vamos un poco más, es lo único. Aumenta la confianza y la tranquilidad en la semana, para poder empezar a progresar es más que importante. Pero además, algo que es sumamente valioso, es que no es casualidad, sino que se nota el trabajo realizado, aunque haya todavía detalles por pulir.

Si va perdiendo, lo puede dar vuelta y lo ha hecho. Si va ganando ya no se le escapa en el segundo tiempo. Se ha impuesto y ha pasado por arriba a su rival en el gran objetivo que es la Copa Argentina. Son muestras de un cambio en el plantel y en la idea. La solidez es un matiz que se ve a la brevedad y se destaca.

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