NO LE GANAN A NADIE

El Rojo de Quinteros, que marcha último en la Zona B del Clausura, se imponía con un gol de penal de Montiel y el Tomba se lo igualó. El Rojo lleva 13 partidos sin ganar.

Parecía que la buena imagen dejada en el clásico podría haber sido el punto de partida para ganar en confianza y levantar cabeza.

Sin embargo el equipo volvió a ser más de lo mismo que mostró a lo largo del semestre. Sigue último en la Zona B de un Torneo Clausura en el que aún no consiguió victorias. Las esperanzas de meterse entre los ocho que clasificarán a playoffs y de entrar en zona de copas se desploman un poco más después de cada encuentro.

La crisis de Independiente es total y se agrava semana a semana. El equipo de Quinteros tuvo un arranque de partido lamentable y sufrió en el cuarto de hora inicial. Cuando peor la pasaba, Abaldo fabricó un penal y Montiel lo capitalizó. El conjunto de Avellaneda creció a partir de la ventaja, pero no lo supo sostener.

Las falencias en el juego aéreo son una constante para el Rojo. Y el Tomba supo explotar esa debilidad: tras un centro desde la derecha, Abaldo falló en el despeje, Rey se quedó clavado abajo del travesaño y Auzmendi lo empató.

Y como ante cada gol que recibe, el equipo se derrumbó anímicamente después de la igualdad. Quinteros metío mano, pero los cambios no alteraron la ecuación. Con individualidades en muy bajo nivel, el Rojo se desmembró como equipo, terminó disperso, desorganizado y anémico en ataque.

El Rojo continúa sin poder apagar el incendio. Independiente no le gana a nadie.

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