Parece poco lo que consiguió Independiente en Victoria, sin embargo, el empate puede ser mucho luego de un partido en el que el equipo no funcionó y algunos jugadores mostraron un nivel extrañamente bajo.

Paró Ariel Holan un equipo, con algunos cambios obligados y otras variantes estratégicas, que nunca supo manejar el partido ni controlar al rival. Con el cambio fundamental en el mediocampo, con Jonás Gutiérrez, Fernando Gaibor y Nicolás Domingo, se vio un equipo sin recuperación y poquísima elaboración.

En un primer tiempo donde el mismo entrenador se mostró sumamente fastidiado, Independiente llegó a abrir el marcador por medio de Silvio Romero en una jugada aislada que supo aprovechar luego de una salida fallida del conjunto local.

Ya tigre había avisado y había evidenciado el mal funcionamiento de la defensa de la cual solo Emanuel Brítez completó un primer tiempo decente.

Mal primer tiempo también de Jonathan Menéndez que para la segunda etapa fue reemplazado por Diego Rodríguez.

En la segunda mitad, Jonás se ubicó de extremo y Torito y Domingo en el medio comenzaron a adueñase, por lo menos, del medio campo. Así y todo, el equipo no atacaba por los costados ni descansaba en el juego de Gaibor.

Tigre con ímpetu avanzaba cuando podía y era profundo en cada oportunidad. Lo tuvo Carlos Luna tras un error en defensa y no lo aprovechó. Mas tarde la igualdad llegó con una buena jugada colectiva de los de Victoria.

Sin repertorio avanzó Independiente por obligación. Tuvo una más Romero que despilfarró increíblemente y el partido se fue diluyendo.

Independiente se trajo al menos un punto en un partido que debe dejar conclusiones determinantes para un cuerpo técnico que desea pelear en los dos frentes.